sábado, enero 21, 2006

La vida secreta de las palabras

Josef, ciego temporalmente, está en cama y Hanna es la enfermera que cuida sus quemaduras. Él busca compensar la falta de visión con la palabra y ella busca enterrar ciertas visiones con el silencio. El peso del pasado lastra, más aún cuando, espeluznante y sin sentido, ha sido ejercido inmisericorde por quienes hablan el mismo idioma.
 

Partiendo del título y aposentada en la plataforma de las palabras y los silencios, la película se erige cual estremecedora y optimista torre que extrae emociones del fondo del océano más íntimo y las bombea hasta la superficie de la pantalla desde donde acaba impregnando la sensibilidad del público, en especial el femenino. Aparte de la denuncia, también ofrece un atisbo de esperanza.