Cars

Trama sencilla, dibujo cariñosamente detallista, animación mágica y artísticamente virtuosa, escenografía de ensueño y planificación visualmente realista: concepción de imagen real, en trama, realización y duración, para ilustrar que las carreteras deberían seguir el terreno en vez de atravesarlo y que no todo es conseguir premios, fama y patrocinios.
El diseño argumental, más comunal que familiar, realza el efecto de proyección de personalidad de los coches y protege contra la lacrimógena contaminación Disney pero no logra conjurar la presencia de dos cancioncillas dulzonas. Toda autopista acaba teniendo su peaje.
'Cars' es la botella genial y el corto 'El hombre orquesta' contiene el mensaje punzante: ¡Lo que hay que hacer para conseguir la moneda del, ¿ingenuo?, deseo infantil!.
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