viernes, noviembre 25, 2005

El sabor de la sandía

Taipei. En su bloque de apartamentos, una joven se encontrará con un vendedor ambulante de relojes reconvertido en actor porno. La relación entre ambos y de cada uno con el entorno que les rodea, poblado de seres estrambóticos y marcado por la acuciante sequía que azota la ciudad, hará que se produzca un estallido de color allá donde más se sufre la deshidratación de la soledad y la alienación: en las fantasías.
 

La trama se mueve en tres ejes: la fantasiosa historia de amor de la joven (la imaginación puede llenar una solitaria realidad), el rodaje de cine porno (una solitaria realidad filmada puede llenar la imaginación del espectador) y una cortocircuitadora visión de la situación política y social de Taiwán (las bailarinas que se frotan contra la estatua de Chiang Kaishek).

Exótica y decididamente visual, conduce al espectador hasta un final anunciador de que la solitaria sequía empieza a remitir, se intuye en la aparición de una lágrima en la mejilla de la joven, si bien el desenlace es tan brutal, tan inesperado, que no es solo ella quien se queda sin habla; aunque también es posible que se dejen ir unas risas. Al gusto del ánimo del espectador: lágrima y risa son expresiones liberadoras de la tensión acumulada.

domingo, noviembre 20, 2005

Wallace & Gromit: La maldición de las verduras

El Concurso Anual de Verduras Gigantes se acerca. Wallace y Gromit han montado "Anti-Pesto", un negocio de control humanitario de plagas que les está reportando pingües beneficios dado que nadie quiere arriesgarse a sufrir un ataque de alimañas, básicamente conejos verduleros, que le arrebate la opción al primer premio.
 

En estas que una enorme, misteriosa y voraz "bestia" empieza a aterrorizar al vecindario, atacando los huertos de noche y destrozándolo todo a su paso. "Anti-Pesto" tiene por delante algo más que un reto profesional.

Cual atletas del triple salto, Wallace y Gromit, tras haber tomado impulso en tres cortos han dado el salto al largo. El paso es arriesgado porque no siempre lo que funciona en las distancias cortas se comporta en las largas. Sin embargo, los minutos de "La maldición de las verduras" saben a deleitoso corto.

De nuevo, Gromit, con su ceño fruncido, se revela como uno de los mejores "actores-dibu" de la animación y reafirma que la expresividad corporal puede llegar a superar a la verbal.

La historia, los personajes, la ambientación, los efectos, las escenas de acción, son una gozada y dan ganas de poder disponer de un paro de imagen para ir pasando los fotogramas uno a uno.

Sin embargo no todo son parabienes en la película: duele constatar cómo 85 minutos pasan volando.

sábado, noviembre 19, 2005

Princesas

Son muchas las chicas de aquí que ven con recelo la llegada de inmigrantes a la prostitución: las venidas de fuera, les quitan el trabajo y rebajan las tarifas.

Caye y Zulema no tardan en comprender que las dos caminan por la misma cuerda floja: princesas cuyo futuro reino no se plantea reforma alguna a su costa o excusa.

"Princesas" se plantea como un cuento de hadas subversivo, ofrece un paseo por el lodazal de los usos y costumbres cotidianos, silenciados al no ser denunciados y consentidos por no ser afectados, cuenta con las princesas terrenales Candela Peña y Micaela Nevárez pero, por guión, queda en el limbo: lugar o seno donde, según la Biblia, estaban detenidas las almas de los santos y patriarcas antiguos esperando la redención del género humano.

martes, noviembre 15, 2005

Cara de ángel

Frank trabaja como conductor de ambulancias. Una noche conoce a Diane, una jovencita rica y caprichosa. Diane lo seduce y luego lo "compra" ofreciéndole un cómodo trabajo de chófer en la mansión familiar. Frank está atrapado en las redes de la artera Diana pero su billete es sólo de ida.
 

Un desquite sentimental fragua una película sublime, sobria en medios y ajustada en duración. Puede que no emocione, es fría, quizá distante, pero tiene un intenso pulso narrativo que convierte al espectador en un 'voyeur', en el morboso observador de la bajada a los infiernos de los dos protagonistas. Cine hipnóticamente negro que, en blanco y negro, se sale de la carretera tras esculpir el perfil de una mujer fatal y demostrar que música e imagen pueden hablar.

sábado, noviembre 12, 2005

Sisa: El congreso de los solitarios (inocentes congregados en el espacio)

El congrés dels solitaris
 
Els més esplèndids perdedors, els que no surten a cap llista,
també s'hi acosta algun taxista, els viatjants i els pescadors.
Doctors en llengua catalana, un carterista retirat,
el que recull la palangana, el mestretites i un penjat.
 
És el congrés dels solitaris, no hi ve qui vol, cal estudiar
per oblidar l'abecedari del desconsol i no plorar.
El congreso de los solitarios
 
Los más espléndidos perdedores, los que no salen en lista alguna,
también se acerca algún taxista, los viajantes y los pescadores.
Doctores en lengua catalana, un carterista retirado,
el que retira la palangana, el sabihondo y un colgado.
 
Es el congreso de los solitarios, no viene quien quiere, hay que estudiar
para olvidar el abecedario del desconsuelo y no llorar.

 

El tiempo ha pasado, sigue y seguirá pasando, pero el universo Sisa se mantiene en orden: letras aparentemente imaginarias pero certeramente imaginativas, acompañadas de su característica voz capaz por sí sola de teletransportar al oyente a un mundo irreal e inocente pero sugerente y melodioso.

Arropado por cuatro músicos que se multiplicaban instrumentalmente, Sisa repasó, una a una, las canciones del congreso de los solitarios en lo que resultó un viaje entre místico e interestelar por las inexploradas nuevas canciones, todas oníricas pero cercanas y terrenales, cargadas de trasfondo social, íntimo o político.