sábado, diciembre 31, 2005

El jardinero fiel

'El jardinero fiel' se basa en la novela homónima, homenaje a la sacrificada labor de quienes denuncian la extorsión global de gobiernos y empresas, que John Le Carré escribió en memoria de la apasionada e incansable activista Yvette Pierpaoli, miembro de Refugiados Internacionales, muerta en 1999, a los 60 años, junto con otros cooperantes, en un 'sospechoso' accidente de coche en Albania.
 

La película es un activista combinado activo de aventura, problemas sociales y emociones que abre la pantalla para denunciar los manejos de la industria farmacéutica (en particular) y de la política (en general) en los llamados 'jardines extranjeros', Kenya en concreto, con la romántica historia de amor de un hombre casado con una mujer más joven que él y de la que realmente se enamora cuando indaga las 'sospechosas' circunstancias que la condujeron a la muerte.

Fernando Meirelles, con el soporte de un guión que mantiene la intriga sin sacrificar el contenido, unos personajes bien vivos y una música que completa la orquestación, se torna en un alquimista visual que prepara una magistral poción cinematográfica, cámara al hombro, ágiles y coloridas escenas africanas, estáticas y grises estampas europeas, que tras ser absorbida por ojos y oídos y ser asimilada por el cerebro acaba golpeando en lo más hondo.

Vívida película documental, abierta ventana a las emociones y agria denuncia sobre el imperante exceso de intereses.

jueves, diciembre 22, 2005

Los 2 lados de la cama

Han pasado tres años y parece que los protagonistas de 'El otro lado de la cama' han sentado la cabeza. Simplemente lo parece.
 

Esta simple continuación de una de las películas más taquilleras de los últimos años se presenta en cinemascope pero este formato cinematográfico tan sólo magnifica su concepción de capítulo piloto de precocinada teleserie capta-audiencias. El argumento, basado en la generación de blancas combinaciones sexuales de un conjunto de personajes en agrupaciones de uno, dos o tres elementos, se estira hasta llenar la duración pero sin aportar satisfacción ni, mucho menos, diversión.

Los pasajes musicales animan el decaído espíritu de quien no basa su alimentación en la televisión. Por desgracia, hay más diálogo que canciones. La foto fija del final presentando el póster con la foto de grupo vale un potosí: sintetiza el espíritu de los personajes e indica el final de la película. Lástima doble, por un lado que una foto fija tenga más fuerza que toda la película y por otro que haya que ver toda la película para disfrutar de una foto fija.

miércoles, diciembre 14, 2005

King Kong

Nueva York, 1933. El teatro de variedades es una fuente de paro en medio de la Gran Depresión. Tampoco soplan buenos vientos para un cineasta, empresario, cuentista y aventurero que está a punto de embarcarse en una expedición hacia una remota isla en la que rodará la nueva versión de su película.
 

¿Porqué conformarse con una copia en celuloide cuando es posible disponer del original en carne y hueso?. King Kong es sacado de la selva y llevado a la ciudad.

¿Porqué conformarse con un original en celuloide analógico cuando es posible verlo con ojos digitales?. King Kong revisitado.

Jackson, amparado por la moderna tecnología digital, ha optado por conceder un protagonismo casi humano a su idolatrado King Kong, ha iluminado la pantalla con los destellantes vatios irradiados por Naomi Watts y ha utilizado el personaje del director (su otro-yo-personaje) como esqueleto vertebrador de una espectacular y simbólica historia de cine, visualmente orgiástica, por y para ser vista en el cine con la pantalla más grande que se pueda encontrar en la redonda.

Con este King Kong:

  • El tamaño de la pantalla, importa.
     
  • El tiempo es relativo.
     
  • El intermedio se hace interminable.
     
  • Viajamos al pasado más presente de la mano del futuro digital más inminente.